restaurante diverxo    DiverXo

NH Eurobuilding, Calle de Padre Damián, 23, 28036 Madrid
Teléfono: 915 70 07 66

La cena se realizó en una sede anterior en : C/ Pensamiento, 28, 28020 Madrid, España

Precio menú: 219 Eur. 2 personas

Vamos a comentar la visita a este renombrado restaurante del cual todo el mundo nos habla muy bien y siempre nos dicen que se debe ir por lo menos una vez en la vida.

La reserva se hace complicada, actualmente se cogen reservas con un mes de antelación, pero como hay mucha demanda es difícil conseguir un hueco. En nuestro caso la tarea fue mucho más fácil de lo pensado, después de un intento fallido, pasado el tiempo llamamos de una semana para otra, sin querer ningún día en especial y, ¡coincidencia! había una mesa libre, era a las 22:30, un poco tarde, pero ¡qué más daba!, objetivo conseguido

La visita se realizó en el mes de Marzo de 2013, un día de diario para cenar. El mismo día de la reserva te llaman por teléfono para confirmar y de paso te preguntan si eres alérgico a algo o si hay algo que no te guste. En mi caso el problema era el pescado, y no vi demasiado interés en dar una solución al problema, se interesaron un poco por saber si era todo el pescado en general, si aceptaba el marisco, pero poco más. Una vez en el restaurante volvieron a sacar el tema y nos recomendaron el menú corto porque lo podían adaptar un poco mejor, pero me dio la sensación de que no se adaptaron mucho, dos platos de marisco de un total de 6 platos.

entrada divexo

Entrada DiverXo

Cuando llegas a la calle donde se encuentra el restaurante y comienzas a buscarlo te cuesta. Choca un poco cuando descubres el cartel que lo identifica, está en el lateral de la puerta y semitapado por una planta, menos mal que ya sabíamos de antemano dónde se encontraba.





Cerdito alado

Cerdito alado

Al entrar te da la sensación de que te has confundido y has entrado por la trastienda, te encuentras un recinto amplio con una mesa en forma de U llena de cachivaches de cocina, platos, copas, biberones de salsas, platos a medio preparar, etc. Eso sí, enseguida llega un camarero a recibirte, comprueba tu reserva y te acompaña a la mesa.

El salón es un lugar amplio, con bastante separación entre las mesas, una decoración muy minimalista y con aires de nave industrial. En la mesa te espera como adorno una figurita de un cerdito alado, un poco horterilla para mi gusto.

Las mesas son amplias, muy amplias, cuando te sientas choca un poco la distancia que tienes hasta tu acompañante, allí enfrente, pero enseguida te acostumbras. ¡Qué malo es acostumbrarse a estos restaurantes dónde estás casi comiendo con el vecino!





Vino NITA

Vino NITA

Para empezar te preguntan por el menú, te informan que tienen uno de siete platos cuya duración son unas dos horas y media y otro de trece platos que se alarga hasta tres horas y media. Al mismo tiempo se vuelve a hablar del tema de alergias y gustos. Nosotros pensamos que siendo una cena y a una hora no muy temprana, sería mejor optar por el menú corto, el de siete platos. Al mismo tiempo nos preguntan por las bebidas, en nuestro caso optamos por ir al vino directamente y solicitamos la carta.
Es sorprendente ver la carta de vinos, no las conté, pero fácilmente podía tener treinta hojas. Si tenemos en cuenta que en cada hoja podría haber diez o quince referencias, ¡os podéis imaginar la variedad!. No somos expertos en vino, sólo aficionados a tomar un buen vino cuando surge, esto viene a cuento de que no nos sonaba ni uno solo de los que había en la carta. Es una carta bastante amplia desde espumosos, blancos y tintos nacionales hasta numerosas referencias internacionales. En nuestro caso nos dejamos asesorar por el camarero, rechazamos el primero por cuestión de precio, hay que tener en cuenta que las botellas más económicas eran de unos 20 euros, la mayoría subía de los 40 o 50 euros y muchos de ellos bastante. Escogimos la segunda opción, algo más económica y, la verdad, el chico acertó, bueniiiiiiiiisimo.

Decir que los platos están pensados para tres o cuatro bocados.




¡IMPORTANTE!

Si piensas ir y no te quieres perder el encanto de la sorpresa, no sigas leyendo.












Aperitivo Comencemos con el menú.

Mientras se pide el vino y demás, se coloca en la mesa un aperitivo y ahí empezamos a comprobar la dinámica del menú: se pone el plato en la mesa, nos explican lo que es y cómo se come y a disfrutar.

El aperitivo, lo podéis ver, consiste en una judías (crudas) muy tiernas, cubiertas con una salsa agridulce xo y algunas hierbecillas. Los cuencos tienen una espuma de jalapeños.

Sólo se come lo de dentro de la judía. La espuma de jalapeño sobra, pero se puede comer con una cucharilla y está muy buena. Al dar algún sorbo de vino se potencia el sabor tanto de la espuma como del vino.

Muy buen plato, sobre todo como comienzo, te da una idea de lo que te espera.
primer plato Primer plato.

Medio coco con guiso ligero de berberechos, zamburiñas y pochas. La salsa es una especie de espuma de coco algo líquida. El coco sólo tenía un poco de carne la cual estaba algo gelatinosa y se desprendía fácilmente al raspar con la cuchara.

Fuera del coco se presentan unas algas con forma semiesférica que cubren unos granos de mostaza con una salsa.
Aquí se descubre una cosa nueva, todos los platos tienen un extra que lo sirven una vez has empezado a comer. En este caso consiste en una ensalada de buey de mar ligado con una salsa.
Como ya he comentado a mi no me gusta el pescado ni las cosas del mar, el plato no me gustó nada, el coco lo pasé a mi señora y, eso sí, las algas y el buey me los terminé, aunque sin mucha gana. A mi señora el buey y las algas no le gustaron nada, de hecho lo dejó entero. Nos preguntaron si había algún problema y simplemente contestamos que no le había gustado a lo cual nos contestaron que lo sentían y que muchas gracias por la información.

Sentimos no poder poner la imagen con la ensalada de buey de mar.
segundo plato Segundo plato.

Chipirones hechos directamente sobre la llama, de este modo quedan crujientes por fuera y blanditos por dentro. Se acompaña de una ensalada de fresas y una salsa hecha con fresas, yogur y café. Adornado con polvo de fresa
En este caso el extra es un trocito de hoja de col crujiente.

Estaba bueno para quien le guste el sabor a pescado/marisco, el efecto del crujiente en el chipirón y la cremosidad del interior está totalmente conseguida, pero para mi gusto no funcionó, sólo logré comerme dos, estaba prácticamente crudo por dentro, aunque he de decir que a mi mujer sí le gusto y se tomó el que dejé yo.
tercer plato Tercer plato.

Dim sum relleno de carne de conejo con una oblea, acompañado de mini zanahorias moradas, kétchup de tomate y espuma de zanahoria. En la foto el dim sum está bajo la oblea

El extra es el pincho del fondo con tres lenguas de pato con salsa brava.

Impresionante, el dim sum no sé a qué sabia, pero divino, las zanahorias y la espuma de zanahoria, bueno, era zanahoria. Respecto al kétchup de tomate, sin palabras, una mezcla entre ácido y dulce con una textura un poco gelatinosa, superfino. Las lenguas de pato, similar al dim sum, inexplicable, llevan una especie de empanado crujiente y al morderlas descubres que por dentro son blandas como la mantequilla. La salsa brava apenas se notaba.
cuarto plato
Cuarto plato.

Esparrago blanco a la mantequilla negra, emulsiones de oreja con escamas de salmonete, liebre y crema de yogur. En este caso el ingrediente principal no será la liebre sino el esparrago, pero habrá un sabor que predomine sobre el esparrago. A posteriori se añade un poco de ralladadura de bergamota.
El acompañamiento fue una tosta de foie de hígado de salmonete.

Un plato verdaderamente delicioso, no hay ningún sabor que predomine respecto al resto, es todo un conjunto.
cuarto plato
quinto plato
Quinto plato.

Carne de cerdo vietnamita cubierto de mojo negro con salsa vietnamita de cacahuete y coco picado finísimamente.
El acompañamiento consistía en una ensalada de naranja sanguina, oreja de cerdo frita y camarones.

Según van pasando los platos, se van 'luciendo' cada vez más, la carne tiene un sabor y una textura que no has visto jamás, la mezcla con la salsa de cacahuete y coco, a pesar de no ser un gran seguidor del coco, lo complementa a la perfección.
La ensalada estaba divina, para mi gusto sobran los camarones, pero recuerdo mi poco gusto por las cosas del mar.
quinto plato
sexto plato Sexto plato.

Chuletón asado al momento. El plato se presenta con patata suflé, chufa fina, cebolla y berro. Al momento traen la carne que la cortan en la mesa y posteriormente unos daditos pequeños de color blanco y rojo que son arenques con tomate. El truco consiste en coger un trocito de carne y otro de arenque que será el condimento para la carne.

En este caso lo que destaca sobre todo es la carne, era según nos dijeron después, carrillera de ternera, ¡pura mantequilla! no sé cómo pueden conseguir que la carne se deshaga en la boca casi sin masticar.
séptimo plato (postre) Séptimo plato (postre).

Guayaba, pimienta rosa, mantequilla y ruibarbo, con phoskito

Así de simple y así de bueno. Tenemos varios ingredientes cada uno con una textura diferente. La pimienta rosa gelatina blanda, helado cremoso, helado cristalizado y la mantequilla en virutas muy finas. El phoskito es helado con una gelatina consistente.

Se mezcla todo excepto el phoskito, y a comer, el phoskito se deja para el final. El colofón perfecto para una comida que ha ido creciendo plato a plato en sorpresas y sabores.
Aquí me gustaría dar un pequeño resumen, pero es que no hay mucho más que decir, hay que probarlo, merece la pena, de verdad.
¿Volver?, eso depende de la situación económica de cada uno, no sabemos cuánto varían la carta, pero por mi parte volver sería para probar una carta totalmente distinta, mi economía no está para repetir con lo mismo.

Os dejo con unas cuantas curiosidades.
factura

Aquí llega la factura



Los camareros van con una especie de falda

camareros con falda
bote portacubiertos En estos botes, como los de toda la vida, te dejan los cubiertos, los cuales se cambian en todos los platos, los uses o no los uses.
En todas las ocasiones se incluye una lengua, unas veces plana y otras con forma de cuchara, es el sustituto de lo que tanto nos gusta hacer: mojar el pan en la salsa.